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feranza

Febrero, por la carretera

Quien lo duda: detrás de cada vida , hay una muerte escondida. Conduzco por la carretera, una vez más, delante mía, líneas, oculta, en cualquier lugar, cualquier tramo, se ven los lazos de una muerte que me amenaza. Separo los ojos del asfalto, un cruce de camiones, un coche que pasa y corta el aire a mi altura. Solo un fallo, un giro inesperado, una gota de sueño y todo acaba: se terminaría una manera de ver la vida , pero no solo eso, habrías enterrado, sin darte cuenta, un universo, pues este es, la manera de cada uno de verlo. Miles de millones de vidas se esconden dentro de cada uno, cuando por la ventana de sus ojos, te asomas a la realidad y notas como se mueven, como diminutos presentes, las personas en la acera, como cruzan sin decirte nada, sin significarte nada, tan solo los que quieres, a los que quieres.... y no siempre, y no siempre..... Pero los otros, la mayoría, apenas son tristes sombras con movimiento, pasos en la calle, a veces , incluso , ¡ maldito incluso !, nada, nada, voces, figuras, uniformes, coches, bultos o colectivos, muchedumbre, gente, nada, nada, sonidos..... que odias.

Pero asómate un poco, un poco a esta realidad que llevas contigo, a este compromiso de universo que cada persona representa. Llevas contigo todo el peso de un universo, porque si ahora mueres, muere una vida desde tus ojos, vista desde tí, a pesar de esconderte detrás de una ventana, sobre un sofá, detrás de una habitación que te espera fría, o un tren que viaja sin hacer ruido, absorto, pensativo, lejos de allí.

Pero eres tú y te mantienes. Te mantienes por esa increíble magia del amor, de que otro te está pensando y tu, mientras tanto, puedes dormir tranquilo y levantarte con humor. Puedes seguir viendo nuevamente esas caras, ese conjunto de caras y disfraces con que se adornan tus días. Ese círculo, ese círculo. ... obligaciones ?. Trabajos ?. Excusas para abandonarte a ese círculo y seguir maquinando nuevamente un nuevo pensamiento, una ilusión, una nueva resistencia al tiempo: Has visto ese escaparate, esa prenda, aquella mirada aún lejana???.

Vuelas sobre tí, casi siempre, sin sostenerte , pero sigues ahí, colaborando con tu granito de sin - pasión, con tu especie de huevo diario, con tu donación a un profundo vacío, para sentir que no estás solo, que delante tuya, a tu lado, esas figuras que pasan y se alejan, que abren la boca y hablan y te escuchan, y que te quieren descifran o comer en algún momento, que esas figuras, también, a pesar de marchar en grupo, sienten dentro , la abominable fiereza de su soledad.

Losar de la Vera, 10 de febrero de 2012

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