Desde lejos, te quiero
Es la presencia que se viste de negro para que no nos veamos. Pero sigo estando allí, en esos rincones de tu casa, en tu cuarto y en tu cama, cuando duermes. Sigo estando allí en mis pupilas brillantes, picantes cuando las baña una lágrima y también, cuando te nombro, recordándote cada momento, cuando hablo, sales tú como de una fuente. Sales y te colocas juguetón en cada calle, buscando un rincón, una plaza, un objeto o bien, agachándote para coger algo simple: la piedra, el palo, algo.
Me enseñas lo que es verdaderamente sencillo, lo que es estar en el juego y bañarte de él, como de la vida, como sé que es la vida ahora y te sigo: juego y curiosidad. Como eres tú así , como yo te quiero y me veo. Espejo soy de mi padre y de tí. Entre ellos estoy como un puente. Tú en una orilla, él, en la otra. Y yo en medio como el agua, como el puente, su espejo. Vivo en otro lugar, sí, por qué no voy a decirlo, lejos de tí, pero ahora, si me preguntan, solo hablaré de tí,porque estás muy dentro. Solo te nombraré como a un sol, como lo más grande que me cubre, como esa luz que sabemos que nos ilumina pero que no conseguimos verla. Luz y puente, la otra orilla, allí estás tú, rozándome en cada momento, con tu ribera, con mi paso, la noche, el día. Si me preguntan, y aún sin preguntarme, hablo siempre de tí, porque estás bien dentro, bien seguro dentro de mí, aunque sé que eres libre, eres tú y nunca voy a dejar que no lo seas.
Te quiero, mi niño. Badajoz, en mi casa,. Juan Bautista Cámara. 6 de febrero de 2012
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