Entre la humedad. Un velo de tu infancia
Madre, cómo estaba la tarde, madre !. Pocas veces, recientes veces, he visto tanto humedad al llegar a La Vera. Es una noche de otoño como pocas, tan cubierta, tan húmeda, tan oscura.....!. Avanzaba con el coche desde la Torreseca, deseando sacar alguna foto medio nítida, cayendo la tarde, sobre las seis y pico, pero nada, imposible. Todo era una gran cortina de lluvia y humedad, impresionante y cautivadora, con un misterio ... madre, madre qué misterio.
El agua corría como leche derramada por la calle abajo. Me detuve con el coche frente a la fuente, corrí a llamarte, mamá me dijo que estabas en el centro cultural. Subí al coche y en ese momento pensé que seguiría ahondando y socavando las nieblas para encontrarte cuántas veces hiciera falta. Casi no podía ver la carretera: cristales empañados por dentro, el ventilador hacia la luna delantera para tratar de despejar esa neblina, luces que no alcanzan, destellos de otros vehículos....
Puedo separarme de todo pero no de tí, ni de mí en este lugar detrás de tí. No, eso no podría hacerlo. Todo cobra un sentido delante tuya. Así es que la aventura de venir a verte se materializa en una emoción sin igual: llego al centro cultural, al lado, vestido aún de militar, botas mojadas, ropa mojada, noche, noche, luces, charcos.. Subo la pendiente, entro por la puerta de atrás, camino por los pasillos resbaladizos, y al fondo, biblioteca para adultos y niños y..... ! Sorpresa ¡ : te encuentro sentado junto a una mesa con un libro de cómics.
Me miras de lado,te miro, tratando de sostener tu mirada y al final, siempre me haces lo mismo: te da un poco de vergüenza . Y entro y te beso, tu carita fina, algo fría, bien abrigado, botas para el invierno, esas finas piernas de pitillo, cazadora abierta, tu pelillo castaño, boquita pequeña, cara afilada, porte travieso, inquieto... Te miro y me veo, reflejo, reflejo. espejo, mi espejo.
Me emociono al comprobar que te gusta la lectura. Aparece una ficha sin rellenar, que relleno y con ello, autorizarte para llevarte prestados los libros a casa. Así que firmo y al lado, tu pequeñita y primera firma : pones F S B y redondeas con un garabato. Todo en trazos simples y con poquito espacio. Me das tu explicación: La " F " de Fernández, la " S ", letra final de Carlos y la " B ", porque te gusta..ea. así es, y como buen fundador de tu criterio, levantas la cabeza casi sin avergonzarte de ello.
Me ha impresionado , siempre lo hizo, tu fuerte carácter, tú mismo ante todo, tu sello, tu identidad, singularidad.
Te noto siempre así ya, como una persona distinta , diferente. Estoy seguro que serás tú mismo.
Casi con lágrimas en los ojos, en Losar, a catorce de diciembre de 2012
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