Un sueño de finales de abril
Estaba rodeado de gente. Era algo así como una gran romería en el campo o quizá un campo donde vivía mucha gente en tiendas. Había fiesta, todo el mundo andaba entregándose a la bebida y otros ocios. También había gente lavando en un río que surcaba el lugar. Era un río de agua caliente. La ví bajar con la corriente a mi izquierda. Enfrente, en la otra orilla, mi madre, también mi padre, pero más retirado. El agua del río era caliente y salían de ella, serpientes, grandes serpientes de un marrón claro, en el sentido opuesto a la corriente. Al otro lado, mi madre, elegante y altiva, joven pero triste: - " Maldito metal ". ¿ Qué metal ?, repliqué. "El dinero, maldito dinero ". Yo entré en una de las tiendas que hacía las veces de bar, cantina y discoteca. Pedía de beber y preguntaba por mi familia. Todos se habían marchado, hacían su vida.
Badajoz, 2 de mayo de 2012
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