Una pecera en un vaso
LLegó el día del padre, que este año cayó entre semana. Así que cuando llegué el viernes y después de verte jugar al fútbol en el polideportivo de Jarandilla contra Talayuela, enseguida te dirijiste a mí para informarme que tenías un regalo.
LLegamos a casa, envuelto en papel de color azul marino, un vaso de plástico grande, dentro del cual varios peces de papel cogaban de una cuerdecita a modo de acuario. Un papel: Felicidades Papá. Y luego, al dorso, algo que representaba un coche y tu nombre .
Me alegré y grabé un poco en video. Luego, guardé el regalo y ahora lo puedo admirar en una estantería de mi salón en Badajoz.
Hemos ido a la finca. Te entretienes jugando con la tierra y las hormigas en lo alto de la pared. Mientras, voy cortando, regando y haciendo algunas labores. Siguen los días calurosos y no llueve. Un invierno muy seco ha dado paso a una primavera sin apenas agua. La garganta y su escaso nivel, anuncia el peligro de un verano sin piscinas donde refrescarse.
El domingo hemos ido a Navalmoral, a la hípica. Hace polvo en el ambiente por el viento. Te paseas en el poni. Luego vino mamá y Vlad y fuimos a comer a un chino.
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