Arco Iris: amarillo, naranja... violeta
Me cantas una canción que te enseñaron en religión. Es una canción que repasa los colores del arco iris. Te grabo mientras la escucho y luego la repaso y me río. Es una canción que tiene detrás tu tono, tu voz, tu timbre particular. Te imagino con esa carita suave y esos ojillos cantándola, te imagino con esa sonrisa y moviendo las piernas balanceándolas sentado en la cama, mamá riñéndote porque ensucias con los zapatos la pared. Yo estoy sentado junto a la ventana de mi habitación tres en el pabellón de la base de Talavera. Es de noche y la luna aún llena se ha elevado lo suficiente sobre el horizonte, para lucir blanca y redonda en el firmamento, como suspendida por una cadena invisible. Te echo de menos y este recuerdo, esta emoción me hierve, me hierve pero también me conmueve. No quiero renunciar a ella, pero tampoco caer preso de sus tenazas.
Talavera 13 de marzo 2009
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