SEGUNDO DÍA: 7 DE AGOSTO.
LA CAROLINA – BAÑOS DE LA ENCINA – LINARES
Me he levantado sobre las siete y media de la mañana. He tomado fruta y un dulce. Camino hacia el cortijo Los Cuellos, pero me indicaron mal el camino a la salida del pueblo y después de andar un rato tuve que volver sobre mis pasos y tomar campo a través subiendo por una cañada para dar con el camino adecuado.Reses en el cortijo Los Cuellos. He dudado, pero al final, continúo mi ruta saltando una alambrada para protegerme del ganado. La ganadería camina lentamente hacia una laguna donde beben agua y se refrescan. Todo está lleno de barro y los animales parecen no inquietarse cuando me ven pasar. Yo voy un poco temeroso, desconfiado.
Los Cuellos, Los Quintos, La Nava, El Salcedo, La Ermita y Baños de la Encina.Entre matorrales, calor y un poco de desorientación, he llegado al cortijo Los Quintos, pequeño caserío donde no habita nadie.
He seguido el camino hacia la casa de La Nava, cortijada de mayor entidad y aunque tampoco me topé con ningún alma, pude beber agua y refrescarme. Ladran los perros.
Muy cerca está el Cortijo de Salcedo. Se puede apreciar que es lugar con historia y que en el pasado tuvo que constituir un núcleo de población con importancia. Olivares por todas partes.
Dejo atrás, sin ver, la Ermita de la Virgen de la Encina En medio y me paro un poco delante de la Ermita Jesús del Camino, siglo XVIII (año 1719). Sobre el arco de la puerta y en latín: EGO SUM VIA.
Ya en el pueblo, en Baños de la Encina, he parado a descansar en la plaza, descalzándome, muy agotado, casi exhausto. He almorzado en un restaurante y luego caminado hasta el embalse del Rumblar. Antes he ido a echar la siesta a la salida del pueblo, sobre una construcción de ladrillo que ofrece una plataforma donde se está bien bajo la sombra de unos árboles. Al lado, en un caserío, he pedido agua y un niño pequeño ha salido con una botella. El Tamujoso, playa lacustre. He conocido a cuatro chavales de Linares que se bañaban alegremente: Salva, Eduardo, Miguel Ángel y Jesús. He ido a Linares en coche con los chicos.
He encontrado alojamiento en Linares, en el Hostal Solpris, habitación 204.Por la noche vinieron a buscarme al hostal y salí con ellos por el pueblo a cenar. Les invité a helados después de que ellos lo hicieran en la cena. Salva me acompañó hasta el hostal, nos dimos un abrazo; fue muy afectivo y me sentí verdaderamente bien, emocionado.
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