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ESCRITOS RECUPERADOS. 19 ABRIL 2007

Sabes...?   Estás preciosa con ese vestido rojo, ese pelo negro, esos ojos llenos de vida. Cuando me acerco a tí, todo mi cuerpo se estremece y como un volcán en erupción, arrasas con tu calor todo lo que encuentras a tu paso. Me ciegas con tu mirada. Al declinar la tarde, el sol, reflejado en tus ojos, aparece hermoso. Sin tí, no sería nada más que una bola de fuego, sin forma ni contenido, pero cuando despiertas por la mañana y abres los ojos, toda su fuerza vierte en tí. Tus pupilas un pozo sin fondo, oscuro y misterioso. Tu frente, cálida frente, un campo de trigales en el estío. Mujer andaluza, de tí me enamoro.

  En la Feria de Sevilla, 28 de abril de 1992

La vida es el ruido de un tren que llega y el ruido de un tren que se va.

 

 

23 de septiembre de 1992

Calle Volateros del pueblo jienense de Arjona. Tarde gris. Casas blancas. Se respira un aire puro, limpio. Olivos y más olivos. Algún que otro cortijito blanco. LLueve. El silencio es absoluto, sepulcral. Me encuentro bien, relajado, sereno.. Una chiquilla morena de ojos grandes, delgada, que reune los caracteres de una gitana, a mi lado, desnuda, tierna, en medio del olivar verde. Todo me hace feliz, me agrada en sumo grado. Desde Arjona amo Andalucía. En la esencia del campo andaluz, está el origen de mi vida y la razón de vivir.

Desde Sevilla, mirando a los olivos de Jaen en Arjona 13 de octubre de 1992

"LLoro, porque he olvidado lo que tenía que olvidar y tú me lo has recordado"

sabado 11 de julio de 1992

Cantalarrana en un día soleado , sale a tomar el sol desde por la mañana muy tempranito, hasta altas horas de la noche. Cantalarrana no está loco, tampoco le va eso de hacer lo qeu los demás quisieran y no pueden: Cantalarrana es una persona singular, porque, y según dice él, no ve nada en este mundo tan hermoso como una puesta de sol o como un amanecer en la playa. Este insigne personaje, descuida su aseo personal habitualmente y quizá no tanto por la pereza sino más bien porque produce en su cuerpo una extraña sensación de bienestar felino. Eso de verse siempre con la misma piel sudorosa, pegajosa, hasta el extremo de que se hace repugnante, le proporciona una satisfacción sin precedentes. " El olor de la piel atrae el instinto", jura y promete al verse asediado por tanta mirada curiosa.

17 de junio de 1992

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