CARTA A CARLOS. SEVILLA 4 DE MARZO 2007
Recuerdo especialmente esta mañana contigo: "Hacía sol, ese sol agradable y amable que te permite disfrutar. Hemos estado en El Guijo de Santa Bárbara, junto a la charca del puente, donde en verano solemos ir a bañarnos. No hay nadie, estamos solos los dos. Tu te afanas en tirar piedras, yo te miro y recojo algunas más pesadas para llevarlas a la finca. Mamá está en casa, limpiando y ordenando. Te observo recoger piedras y te sujeto de la ropa o de la muñeca para que no caigas y te hagas daño. Te gusta tirar piedras al agua y cada vez lo haces mejor. De vez en cuando y cuando la piedra es grande y pesada, nos salpica al entrar en el agua, pues no tienes fuerza para lanzarla muy lejos. Esta mañana ha volado sobre mí el pájaro de la felicidad. Lo he notado pasar y cuando cruzaba sobre nuestras cabezas, miré su plumaje blanco. La serenidad que me dió el sol bajo sus rayos y el paisaje verde y todo en calma, me hizo pensar en lo hermoso de la vida y las cosas cuando estoy contigo. Vas creciendo y te interesan nuevas cosas de tu alrededor. He pasado una semana contigo. El miércoles estuvimos juntos los dos solos también por la noche, pues mamá se fué a Badajoz. LLorabas y la echabas de menos, pero también hicimos cosas juntos. Papá te lleva a su huerto. Allí tiras piedras al riachuelo, que pronto se llenará si no me afano en quitar. Te miro desde cierta distancia cuando trabajo en jardinería y te digo: "Carlos, que has tirado ?. Entonces tú me respondes " palo " o "piedra", en tu idioma claro, con tu entonación y las palabras a tu modo. Dices "chicoto" o algo asi para referirte a "helicóptero". Me hace gracia. Esta misma tarde fuimos al parque de Talayuela. Allí te hice algunas fotos. Mamá vino también, fuimos los tres. Jugabas y te montabas en los juegos para niños. Vimos los monos, el oso que jugaba y las cabras que comen galletas y a las que les pones el dedo a través de la tela metálica. Pero hizo frío y yo tenía que irme. Al llegar a Jarandilla llovía.
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