AYER. MARZO DE 2007
Ayer, por la tarde y al salir de clase de la facultad, fuí a dar un paseo al Centro Comercial ( Nervión ). Después de visitar las tiendas y buscar alguna que vendiera zapatos para niño, pude encontrar unos para tí. Fíjate, ya tienes la talla 23, ahí es nada !. Son unas zapatillas blancas, con belcro en lugar de cordones. Cuando miro estos zapatitos tan nuevos, pienso en lo que caminarán luego con tus piececitos pequeños e inquietos dentro. Saltarán donde tú lo hagas, como fieles compañeros de actividad. Caminarán por las calles de Jarandilla detrás de alguna piedra o algún palo o simplemente huyendo de los brazos de mamá o de los míos de fin de semana. Estas zapatillas sostendrán el peso de tu cuerpo durante algún tiempo y por eso he querido dedicarles estos renglones. Ahora, hijo mío, disfruta de esos paseos detrás de cualquier cosa, sin objetivos que te ofusquen, sin metas que te puedan desilusionar. Salta y tira todas las piedras a todas las aguas que corran, coge todos y todos los palos que encuentres y úsalos para tí, para tu distracción. De ellos está llena la vida, como también lo está de tu energía. Eres primavera, hijo mio, dentro de tu talla 23. Besos de papá desde Sevilla y su soledad.
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