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LOS REYES. 6 ENERO 2008

Descubriste el día 5 por la noche y ante las miradas atónitas de todos, aquel juguete que el tío y la tía escondieron en el vestidor. ( Habíamos ido contigo detrás de la carroza en la que participaste con la Cabalgata de Reyes y por primera vez. Tirabas caramelos y papelillos de colores al aire. La muchedumbre se agolpaba en torno al desfile, desde la casa de la cultura a la Plaza de la Constitución, donde te esperaban los Reyes Magos y te dieron regalos. Ibas vestido de moro y mamá te hizo la ropa, turbante incluido, con la ayuda inestimable de Tere, del bar Sopetrán ) . Era una carretilla elevadora de plástico pero que funciona como las de verdad. Estábamos en el salón, cenando, junto a la mesa. Apareciste con la caja que contenía el juguete y quisiste y ya sin remedio alguno, abrirla para ver su contenido. Todos comentamos tu aventura e improvisamos una respuesta para encajar aquel descubrimiento con la llegada de Los Reyes. Te fuiste a dormir con tu hallazgo y mamá, de madrugada, sacó los regalos y los colocó bajo el árbol navideño. Yo dormía en el sofá, en mis pies, Chicho y al lado de mi cabeza, Lula. Al día siguiente, vinieron el abuelo y María Jesús, desde Losar, donde se quedaron a dormir por primera vez. Les avisé para que llegaran antes de que vieras los regalos y justo un poco antes del momento en el que se presentaron, te habías levantado ya. Así es que cuando entraste en el salón y viste, en broma, aquel saquito de carbón dulce junto a la puerta, te quedaste parado, sin dar explicación. Pero enseguida, descubriste las cajas multicolores de los juguetes y te pusiste a abrirlas con desesperación. Todos nos reímos. El abuelo hizo sus comentarios. Yo te fotografíaba. Te traje un libro enorme de Teo. Un libro de hojas de cartón duro, para leerlo de pie. El abuelo un helicóptero al estilo del año anterior y otros juguetes más. Entre ellos, de Eduardo y Verónica, una pista con un trenecito que da vueltas y hace algunas cosas y que costó montarla. También y de la tía Sacramento, una moto de tres ruedas con un motorista que va moviendo la cabeza y emitiendo sonidos y luces. Qué gracia nos hizo !. LLegaron los Reyes y estuviste entretenido un rato con los juguetes. Luego salimos con Víctor y Mari, después de estar en su casa y ver sus regalos y por la tarde en casa todos juntos. Por la noche y en el último día de la mesa de madera del salón, te hiciste un corte en la barbilla. Hubo que llevarte al consultorio y darte dos puntos. Mamá se puso bastante nerviosa. En el consultorio te sujetamos con una sábana envolviendo tu tronco, para que no te movieras. Tu gritabas que ya estaba, que ya estaba, llorando y llorando hasta la desconsolación. Yo te sujetaba mientras las piernas y casi se me saltaban las lágrimas de los ojos viéndote así. Volvimos a casa con dos puntos y una tirita de colorines y enseguida se te olvidó la herida y seguiste jugando.

 

miércoles 9 de enero de 2008

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