SENTADO JUNTO AL RÍO

Sentado junto al río,
pienso en ti.
El sol va cayendo a trozos como lastras,
a brasas sobre la capa de hielo
que envuelve al camino del olvido
que ahora recorro.
Sentado junto al río
revivo tus formas
de cristal líquido,
de ámbar prolongado en besos,
brocal de pozo anisado,
anillado en cuerda, desatado en mares.
Agua de caldera,
lenta fabricación de caramelo.
El espejo del deseo
tiene forma de arco,
cuando cruzo el puente
que va de tu boca a mis besos.
Mis ojos se cierran
casi por completo.
Solo veo la fina luz
que deja el agua
en su destello
y el renglón sin tregua
de mi fluido verso.
Bullicio de aves acuáticas,
figuritas de miel
en el fondo de tu aliento,
que buscan en tu acuario de azúcar
su alimento.
Eres pluma, ágil miembro,
escama plateada,
horno de besos,
molino al alcance
de mis vientos
y harina blanca
que amasa en pan el trigo muerto.
Yo te quiero así,
en el río,
vagando con mi barca
de orilla a orilla,
timón de agua con tus besos,
vela de aire con tus mejillas.

Para Laura, con cariño
En Sevilla, junto al Guadalquivir, 4 de enero de 1999.