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feranza

Los cerezos en flor

Fin de semana de nuevo juntos.

El viernes jugamos con Paula y otra niña, al final de la calle, al boley ball. Te cogí a hombros, estabas cansado. Por el camino , de vez en cuando , me ibas dando besitos en el cuello.

Tras el tiempo revuelto, al fin la primavera ha estallado. Todo lo vivo emerge, todo lo oloroso, huele, todo aquello que puede ser, es.

Así lo he visto yo y el sábado cogimos el coche para ir al Jerte por Jaráiz y Piornal. Fué subir para luego bajar al valle donde los cerezos se extienden en innumerables parcelas. Curvas y más curvas. Al fin, en Navaconcejo, junto al río Jerte, comimos . Te tumbabas sobre una gran piedra, con tu bocadillo de jamón de pavo. Disfrutabas con el agua y con el sol. Antes, mientras me entretenía fotografiando una gran cascada de agua, tú te desafiabas una vez más subiendo por la ladera escarpada y posándote sobre una lancha. Desde ahí debe haber una gran vista.

LLegamos a Navaconcejo. Todo verde. La gente paseando y eso hicimos nosotros después de comer, dar un paseo al lado del río entre cerezos. Disfrutamos los dos y tú me ibas contando cosas . Me gustaba que me hablaras y me daba cuenta cómo has madurado. Tus pensamientos, actitud, inteligencia..

Ahora caminamos con más soltura. Aprecias las cosas hermosas y vas conociendo mis gustos. Nos estamos adaptando mejor.

A la vuelta, paramos en Rebollar. Allí encontramos , en la Plaza del Enroyao, a un niño que se llama Daniel y jugamos con él a la pelota, un balón con el escudo del Barca y las firmas de sus jugadores. El niño disfrutaba y a tí te gustaba .

Paramos en Navaconcejo a tomarnos algo. Pediste un vaso de leche. Pagaste tú con mi dinero. Te manejas bien. El camarero te dió un chupa chups, que enseguida te metiste en la boca.

A la vuelta, paramos al pasar Piornal, en un terreno devastado por el fuego, de pino y matorral. Todo negro, el suelo con cenizas.

Paramos a que hicieras caca y luego, te fuiste a buscar ramitas verdes de brezo, de brezo en flor , que fuiste colocando en algunos lugares quemados , en el suelo. Me preguntaste si brotaría, si serían capaces de agarrar en el tierra . Esto es difícil de saber, creo que no, pero me llenó de emoción comprobar tu amor por la naturaleza.

Desde B.A. Talavera, 15 de abril de 2013

 

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