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feranza

EN LA PUERTA DE LA CARNE. SEVILLA

“Ya ves, hijo mío,cuando crezcas y leas esto pensarás:- Mi padre se marchó,Estuvo lejos durante un tiempo,Quizá su noche se nubló,Quizá tuvo miedo oQuizá no quiso comprender algunas cosasQue yo ahora veo tan claras: amor – cerca,Desamor – lejos, y todos esos paralelismos.Pero te digo, hijo mío,Que yo vi en tinieblasVarios caminos:Uno de ellos, ese sendero largo y polvoriento,Mi mente dando vueltas y en mis ojos, lágrimas ridículasQue mojaban el volante.Todo para nada, quizá fue así.Me subí a una noriaCon la ilusión de alcanzar el cieloY de pronto me viIncrustado en el suelo.Vueltas de la vida,Pensamientos vacíosY palabras huecas,Olvido, fuerza para no morir.Pero ya te dije que tú irás más lejosY conozco ya tu destino:El de un hombre inquieto, fértil, que busca su sueño.

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